Hoy nos enfrentamos con una realidad de la que no podemos escapar, de los 30 millones de argentinos que somos, solo el 10% hace actividad física. Muchas podrían ser las respuestas y todas verdades difíciles de modificar, entonces.....no tenemos solución???

Se me ocurre proponer el cambio a partir de los 3 millones, numero para nada despreciable, que sí creemos en esa fuerza interna que nos pide movimiento 3, 5 o 7 días a la semana.

Entonces....por dónde pasa el cambio???

Antes de hablar del presente es importante analizar el pasado. Nuestra realidad de los gimnasios se encontraba con una técnica que nos cayó como una moda, y la fantasía de un cuerpo perfecto. A esto se le agrega el auge de la aeróbica competitiva , más profesores que volcaban mucha energía y entusiasmo, pero también mucho desconocimiento de una metodología que tampoco existía.

Como si todo esto fuera poco, los malos calzados, los pisos de los salones sin cámara de aire, la técnica casi exclusiva del alto impacto, y la deficiente técnica de ejecución, producto de que estabamos aprendiendo una nueva modalidad de gimnasia, hicieron de esa realidad llena de clases de aeróbics, a pasar a gimnasios que solo proponían clases de localizada.

Por suerte, al mismo tiempo comenzó con mucha fuerza y poca dificultad una técnica que también es cardiovascular. Es el step quien nos salvó de la total deserción del alumnado, pero no faltaron idóneos profesionales de la medicina que aconsejaban no hacer step porque produce lesiones, claro que se habían “olvidado” que no era el step quien hacía daño sino la falta de criterio de algunos profes con muy buenas intenciones, pero con poco criterio para saber que la técnica del pivot (giros) requiere de una perfecta ejecución y esto no es para todos los alumnos, sobre todo para los que recién se inician en el step.

Claro que en el transcurrir de todas estas palabras poco alentadoras, fueron pasando los años y los argentinos fuimos descubriendo una manera metódica de hacer gimnasia. Es entonces que hoy podemos decir que existe una sistematización de la aeróbica que nos permite llegar al resultado fisiológico, utilizando nuestra ‘'amada'' coreografía como medio, bajo un riguroso sistema metodológico y sin riesgo de lesión.

Hoy un profesor responsable y preparado no puede desconocer este sistema que facilita y aclara la manera de preparar una clase tanto para iniciantes, intermedios o avanzados. Seguimos creyendo y cada vez más que buen profesor no es aquel que da las clases más difíciles, sino el que adapta la clase a la realidad de sus posibilidades, las del gimnasio y fundamentalmente las del alumno, estrella principal de este show que todos necesitamos.